con los más altos valores humanos,
de manera que favorezca el sano desarrollo físico
de quienes lo practican, y sea así una propuesta
para la formación integral de niños y jóvenes”.
El sábado 1 de agosto el Papa Benedicto XVI recibía a una representación de los participantes en el campeonato del mundo de Natación, desarrollado en Roma. He aquí un resumen, en forma de decálogo, de las palabras que dirigía a los deportistas sobre el sentido humano y cristiano del deporte: